Apoyada por la Musa, que impulsa pensamientos
y acomoda par de letras, dejo que fluyan sentimientos…
Recuerdos de momentos que no han sido,
y que por ahora me encuentro dibujando.
Reflejando mis sentidos,
me pierdo en tus abrazos
Las caricias que no nos dimos desaparecen en un bosque lejano, que no es otra cosa que una mente cansada de inventar una figura…
Quizá en vano.
Desvivo al recordar tu mirada, y rápidamente me invade una nostalgia cuando te encuentras aislada.
La distancia dejo de ser el motivo que ejerce presión sobre mi corazón, cada latido se aferra a algún adiós, recreando palabras que aun no digo y recibiendo respuestas de mala gana, que motivan a un ser sin camino a escoger cualquier destino.
Dados al viento…
Ligando con desinterés un número que no me haga perder el tiempo, que ya no es mío y que por eso cuido…
Se esta marchando...
Como la arena de aquel reloj, que cuenta historias de muchas vidas y aun no llega a dos.
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