Dejame Hacer...

No entiendo porque te torturas… no es la primera vez que hablamos, siempre me evitas, porque dices: “Que yo no te dejo nada bueno y te destruyo la esperanzas que tienes”… ¡Acéptalo! Ya es hora… todavía te alejas, no has cambiado. ¿Por qué no me miras fijamente a los ojos, como lo haces con ella? ¿Te conoce más que yo? Me das risa. ¡Mírate! Sí… ¡Mírame! Soy tu maldito par, semejante, como gustes decirme… ¿Alter Ego? a todos lados me llevas, se lo que quieres y lo que deseas (aunque dices que querer y desear es lo mismo) pero allí es donde entro yo… hay grandes diferencias y tu tan iluso como siempre no lo reconoces. ¿Por qué no dejas que te ayude? ¿Piensas pasar toda la vida huyendo de mí, y de tus pensamientos? ¡Por Favor! Ese estado tan lúgubre no te deja nada bueno, pierdes buenas oportunidades… déjame intentarlo por ti. ¡Vamos! Se que puedes… solo tienes que decirlo y permíteme manejar tu vida… nuestra vida… No saldrás del fondo sino me dejas actuar, deja que sea algo así como un prototipo de súper héroe… y aquí te rescato.

¿Y a donde me llevarías?... es mejor como estoy… solo déjame sentir…

¿Qué ganas con eso? ¿Destruir lo poco queda de ambos? Es increíble que le regales tu vida… que la dejes hacer y deshacer contigo… no es que no me duela, justamente es eso lo que quiero evitar, me destroza verte tan… tan pisoteado, triste, desanimado, porque sabes que si te afecta a ti, en buena parte también me lastima a mi, y a diferencia de tu tonto disfrutar por ese fucking sentir, yo odio el dolor porque me deja vulnerable. Entonces empieza a ser inevitable no llorar… ¡Ya! Sécate las malditas lágrimas, me provoca golpearte para que reacciones… pero estoy aquí para cuidarte… ¿Ves? No soy tan mal ejemplo a seguir después de todo. Se que no me dejas al mando porque tienes miedo a que le haga algún daño… ¡Idiota! Te estas muriendo, y aun así le defiendes y te esfuerzas para que todo vaya de maravilla en su entorno. ¿Estas amando o estas siendo tan patético que me das asco?

Solo no lo se… ya no soy yo…

Hagamos un trato… date vacaciones. ¿Te parece? Relájate, déjame hacer a mí. No dañare nada, solo te daré tu espacio; así mientras tu te aíslas un poco yo salgo y disfruto, ¡Come On! Hace un buen tiempo que no lo hacemos, déjame esta vez, se que lo necesitas. Quien no arriesga pierde. Dime tú: ¿Qué más puedes perder? Se que te parece tentador y lo quieres hacer… permíteme decidir… ya, de ahora en adelante será otra historia, te doy mi palabra que te mantendré al tanto de todo lo que pase con nosotros, no soy tan egoísta como tu, que hablas de ti solo… cuando somos muchos mas que dos...