domingo, 2 de noviembre de 2008

Estar y No Estar


En algún momento de nuestras vidas quedamos atrapados en un estado distante. (Que he denominado: “Estar y No Estar”). Que no es otra cosa que una incertidumbre tremenda, que te mantiene en un espacio lleno de todo y a la vez de nada… que si lo analizamos mejor seria eso: NADA. Solo pensamientos vacíos o saturados (depende de cómo lo mires). Vacíos: porque no avanzas y te quedas justamente donde estas, donde no estas (precisamente eso que anhelas). Y Saturados: porque recorres lugares infinitos, sensaciones, sentimientos, deseos cada vez más fuertes, abrazado a la idea que puede ser verdad en un tiempo determinado. Pensamientos absurdos que te mantienen vivo, despierto, soñando… que al igual que a mi te dañan o te fortalecen, que mientras no los esperas, vives con una sonrisa inmensa, disfrutando del paisaje. Y cuando aparecen te destruyen, te hacen pedir perdón, te atormentan más y más, y todas las veces que puedan te acorralan en una esquina. Y es como si todos te señalaran. Hay días que no puedes soportarlos, hay otros en los que te sientes parte de ellos, y te vale madre lo demás. No hay un enemigo (o eso queremos creer). No Hay una batalla, solo tu… solo yo. Eso que se llama depresión. Y por el simple hecho de ser tu es cada vez mas peligrosa, no sabes con que vendrá. Te preparas para enfrentarla, con miedo. Un temor que te hace dudar hasta de tu sombra o de la mía, y ya luego aceptas que no sirve de nada oponerse, cuando esta frente a ti, cuando llega a ti sabe como hacerlo… sonriente, cínica, dispuesta a terminar con lo poco que queda… con lo poco que ha dejado. Ya no sabes si odiarlo o disfrutarlo. Es como todo lo que esta a tú alrededor en un instante le tendrás rencor, en otro te deleitaras con lo que ves. Encontrando un equilibrio entre eso que te llena y te deteriora por dentro. Puede ser cualquier cosa, cualquier sentimiento, lugar, persona… basta con que te haya marcado para que tu vida gire (en buena parte) entorno a lo que crea en ti… a esto que tienes y que a la vez desconoces. Que posiblemente no sea otra cosa que una buena locura (no creo que sea mala, ha de ser lo mejor para que nos quite el sueño) que luego reconocerás como la mejor de las compañías… sacando cuentas la locura, después de la soledad es una de las mejores compañía. Va de la mano de una Musa que nos invita a perdernos en un sin fin de cosas.

1 comentario:

Eduardo dijo...

siempre cioncidimos en algo...
y esta no era la exepcion