lunes, 3 de noviembre de 2008

A Nuestro Lado


Y pensar que no puedo borrarte. Al igual que todos, yo también tengo algo como tu que jamás podré sacar de mis pensamientos. Me acompaña a todos lados… te sigue en cada paso… nos devora con la mirada… es la mejor… Digna de ser admirada. Casi Diosa, por eso esta en tus pensares, y a mi lado. Siempre deleitándose con nuestros temores y alegrías… aunque se que prefiere nuestras tristezas… porque es la única forma que puede ser tu mejor aliada… solo cuando estas ahogándote en nuestro sufrimiento es donde disfruta, ya que puede sentir como le deseas, como la aclamas… y no se hace esperar, llega mas rápido de lo que pienso… ¿Sientes el Frió? ¿El Vació? Respira hondo… ya esta aquí… realmente nunca nos deja. Simulas que se va, porque eso queremos creer… Ella Tiene el control, yo solo juego a mandar… tu solo piensas que decides… Ambos estamos errados… estamos claros en eso… y cada vez que nos tomamos un café con tus recuerdos lo confirmamos aun mas… Alguna sonrisa de aceptación se dibuja en tu cara, mientras mi mirada maneja cierta picardía que nos deja entender que nunca te vas a librar de ella. Otra vez… ¡Rápido! Cierra la puerta… Tirate en la cama, no le des chance a que se entere que puede dominarnos… no dejes que se acerque demasiado, con todo lo que trae puede lastimarnos… es un infinito… es Nada. Son todos los detalles que guardas bajo mi almohada, es algo mío que tú odias… y que ella AMA. Te invito a que te pierdas en la luz, así no nos encuentra… Es amiga y enemiga… buena parte de todo a la vez… es quien retira el mechón de cabello que cae sobre tus ojos, y que cuando tiene tu atención te marca con un beso en la frente… dejándote sentir sus labios cianóticos… te analiza… lo suficiente para decir que me conoce. Su Descaro no tiene límites, como esta al tanto de nuestros movimientos, deja que me levante e intente caminar… deja que te alejes. No me gusta verla a los ojos… porque sabes que cínicamente en su mirada se refleja nuestro regreso… le encanta hacernos creer que podemos decir ADIOS… y tu, en tu masoquismo no me haces caso… ¡Entiéndelo! La Soledad no nos abandona… dejas de verla por un instante, mientras yo disfruto de ese helado… ya todos están acostumbrados… están enterados, saben que tienen que hacer… Ahora dime: ¿Por qué me lo haces tan difícil? ¿Por qué me aferro a tu imagen? A la final… todos se marchan… y ella se queda a tu lado, compartiendo conmigo esas historias que tanto hemos escuchado.

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