martes, 6 de abril de 2010

Internarme en un manicomio

Internarme en un manicomio.

Sería lo más justo. Para:


Estos pensamientos descontrolados.

Esta ansiedad que me asfixia.

La tortura tan exhausta que me ha dejado anhelar tus labios.

Todas las palabras que suenan como un playlist en mi mente.


Las horas que paso sin dormir.

Noches sin estrellas.

Esa luna sin brillo.

Este dolor sin consuelo.


Mi mirada perdida.

Las manos vacías.

Esa sensación de abandono.

Odiar la soledad.


Reírme del pasado.

Alejarme de lo que no me pertenece.

Ignorar tu ausencia.

Sentenciar tu recuerdo.


Ahogar tu voz en el viento.

Dejar de buscarte en mis letras.

No inventarte mientras duerma.

Vivir sin culpa.


Las lagrimas cansadas.

El masoquismo de extrañarte.

Que deje de ser lo mismo.

Sacarte de mi historia.


Borrar tu presencia de mi lado.

Intentar ser feliz, aunque duela.


Sería lo más justo, para soportar la vida.

ANESTESIADA.

Lo Que Siento...

Lo que siento…

               Es un amor frío y ardiente. 
               Cobarde y resteado. 
               Lúgubre con estrellas. 
               Realista y despistado.
 
Enrarecido por las ausencias que ha vivido. 
 
               Es un amor distante y enamorado. 
               Diferente y parecido. 
               Ávido de toda ilusión. 
               Lacónico para expresarse. 
 
Amante de los colores que se dibujan en el horizonte. 
 
               Es un amor tímido lleno de algarabías. 
               Con senderos hacia el futuro.
               Puro y manchado por tú adiós. 
 
Ágil para burlarse de las sombras que lo acosan. 
 
               Es un amor de otro planeta.
               Pequeño y expandido. 
               Extravagante y reservado. 
               Indiferente a las miradas. 
 
Es un amor que ha perdido los estribos, 
Al no encontrar la manera de aferrarse a tus caricias. 
 
               Es un amor no correspondido.
               Angustiado por el pasar del tiempo.
               Es ilógico y concreto. 
               Desvaría en sus matices. 
 
Es un amor mío y de la forma más absurda, te pertenece.